sábado, 13 de noviembre de 2010

Urge en México garantizar capacitación y oportunidades

Para el ex ministro brasileño Roberto Mangabeira, “en México no hay una agenda nacional propia. A los estadistas les falta imaginación, a los intelectuales, rebeldía, y a la izquierda, transformación ideológica y programática; es conservadora o recalcitrante”.
Conocido por ser parte medular en los logros del gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva, el teórico y profesor de leyes en Harvard concede una entrevista telefónica a EL UNIVERSAL. Es cuidadoso y evita hablar de personajes políticos, quizá porque tendría que referirse al trabajo de su “colega”, el ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
“El ministro de las ideas”, como lo llama la prensa brasileña, dice que la solución a los problemas de desarrollo está en “no obedecer al formulario institucional recomendado por los países del Atlántico Norte. Ningún país enriquece con el dinero de otros”.
Mangabeira Unger considera que México se olvidó de garantizar “oportunidades y capacitación” para potencializar a la clase media mexicana.
Ofrece cinco recomendaciones que significan repensar al país. Entre ellas, innovar el andamiaje institucional, romper con el corporativismo sindical y empresarial, así como acotar los monopolios y modernizar la educación.
¿Por dónde empezar?
La verdadera riqueza de México está en sus recursos nacionales y su gente. Aprovechar esa riqueza exigiría una política ambiciosa de ampliación de oportunidades y fortalecer la capacitación. Los estadistas mexicanos y las fuerzas políticas dominantes en el país en vez de cumplir con esta tarea se imaginaron como socios menores de Estados Unidos, y esto es un camino imposible para el país, es la destrucción del futuro nacional.
 
¿Cómo enfrentar la desigualdad social y garantizar el desarrollo económico de México?
Es necesario democratizar la economía de mercado. No simplemente contrabalancear la desigualdad con políticas sociales compensatorias, como lo son los programas sociales focalizados [por ejemplo, Oportunidades].
Mangabeira Unger considera que “la más alta prioridad del Estado” es modernizar el sistema educativo nacional, sobre todo “construir mecanismos para reconciliar la escuela local con un padrón nacional de calidad”.
¿Cuál es el punto de partida?
No, el punto de partida es tirar de la política la sombra corruptora del dinero por el financiamiento público de las campañas electorales, por la institucionalización de controles en el Presupuesto, y por la sustitución de la gran mayoría de los cargos de indicación política por carteras de Estado; se trata de una institucionalización de la cultura republicana.
Y en una frase el catedrático resume la complejidad del desafío mexicano: “Es innovar en las instituciones, en la manera de organizar al país, pero al servicio del objetivo de crecimiento social. No es humanizar el sistema existente atenuando sus desigualdades con políticas sociales focalizadas y combatiendo la violencia, sino ir al foco del problema nacional, que es que la mayoría de los mexicanos no tiene oportunidades ni la capacitación mexicana; eso es lo que está destruyendo el futuro del país”.
¿Qué partido, qué político podría realizar este cambio?
Es una cuestión de proyecto. Ni derecha ni izquierda. La izquierda mexicana que yo percibo es recalcitrante, no es la izquierda transformadora que proponga una agenda de reconstrucción de las instituciones. Esto trasciende a los partidos.
En México, lo que falta de forma más urgente no es un consenso, sino un disenso serio, no meramente retórico. Tendría que haber en el país al menos dos grandes fuerzas políticas, una que diga eso es fantasía y tenemos que proseguir en el modelo existente regulando el mercado, y otra, que proponga una alternativa nacional desafiante.
Y ahora hay una nueva variable: la violencia y el narcotráfico.
Cualquier gobierno tendría que combatir el crimen organizado, cuando alcanza la dimensión de su país, pero esto es sólo ganar tiempo, porque mientras en México la gente no tenga oportunidades, acceso a la educación, a una fuente de trabajo, siempre estará sujeta a eso. La única solución es dar condiciones a los mexicanos, es crear esas oportunidades. Eso no se soluciona recolocando los recursos, haciendo obras públicas o invirtiendo aquí o allá, se necesita un proyecto de largo plazo. No es con programas sociales como se logra atenuar la desigualdad. Es fuerte, pero es necesario reorganizar al país económica y socialmente, en su contenido institucional.

Opinión:
Creo que la noticia más que nada causa una necesidad interior de cambiar a todo el país, de tener una varita mágica y revolucionar todo, aquí se presenta de manera detallada lo que leíamos con Muñoz Izquierdo, la tarea de ser mejores y volvernos competentes a nivel internacional, no solo es una tarea de la educación si no de todo el sistema político y económico de México.Necesitan ser replanteados y esa es una tarea larga, pero si llevamos 200 años así creo que podemos transformar todo en 200 más.
No es cuestión de poner pequeños parches que atenúen las diferencias sociales, con programas que solo malgastan el dinero si no de cambios que causen un impacto, que propongan la repartición de oportunidades a toda la población,que se logre a una igualdad ,que de cierto modo ya suena a utopía, pero si nosotros que somos educadores en formación no somos optimistas y creemos en un nuevo camino para la sociedad desorientada, nadie mas lo hará, tenemos la misión de sembrar en los jóvenes y niños la necesidad de superarse.
Referencia: Michel, Elena(13 de noviembre.2010).Urge en México garantizar capacitación y oportunidades.El Universal.Cd. de México.

No hay comentarios:

Publicar un comentario